El hombre que les dio el dato llevó al equipo de rescate de animales a través de una zona muy sucia donde vieron la cara de miedo de un simio a través de una malla de alambre.
Edwin Wiek, el fundador de WFFT, describe la situación: “He visto muchos animales maltratados pero Joe definitivamente resalta. Las imágenes solo muestran una parte de lo mal que estaba”.
El hueco en el que vivía ahora es llamado “el agujero del infierno”. Joe tenía acceso al agua pero el techo era muy bajo y el piso era simplemente una pila de basura cubierta de excremento.
No le llegaban los rayos del sol y sus músculos estaban muy disminuidos. Había sobrevivido simplemente porque quienes pasaban le dejaban ocasionalmente comida o agua.
Una vez que Joe fue liberado fue cubierto con una manta para tratar de confortarlo. De a poco el asustado animal comenzó a comprender que su sufrimiento había terminado. Al principio Joe apenas podía caminar y trepar. Sus músculos estaban muy maltrechos y necesitaba mucho esfuerzo para poder soportar su peso. Pero con mucho amor, paciencia y bananas de a poco comenzó a recuperar su fuerza.
Con el tiempo descubrieron que el último dueño de Joe lo había abandonado porque no podía pagar la comisión de los zoológicos locales. Por eso fue abandonado en 1991 en el terrible agujero. Por suerte el sufrimiento de Joe es ahora algo del pasado. Esta especie de mono puede vivir hasta los 35 años y el equipo de WFFT espera que pueda vivir sus últimos años con comodidad y felicidad. Ahora es capaz de caminar y seguramente podrá volver a escalar y trepar pronto.
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