Lynne Ryan, la entrenadora de esta golden retriever creyó que sería bueno que Jojo apoyara a los niños en sus procedimientos dentales. Y no se equivocó.
La noble can está acostumbrada a oír ruidos de odontología pues fue entrenada para esto, lo que la convierte en una excelente asistente.
Ahora, los niños no necesitan sedantes pues ella está ahí para calmarlos.
“Muchas veces, esos pacientes necesitan óxido nitroso u otro sedante que les ayude a relajarse. Pero cuando Jojo entra con ellos y se siente en la silla, los consuela. Ellos pueden simplemente sentarse y acariciarla mientras se les hace la limpieza dental. Ella hace un excelente trabajo con ellos". -Verónica Rentería- Miembro de la clínica.
Jojo se ha convertido en un miembro muy importante del equipo. Sin duda hace la diferencia y motiva tanto a niños como a padres a visitar de forma regular el consultorio.
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