En 1979, se implementó en China la Ley del Hijo Único, y durante un periodo, -cuando la aplicación de esta norma se tornó más violenta-, las parejas chinas tenían temor de embarazarse y que les dieran la noticia de que sería una niña, pues esta ley estipulaba que los hijos tendrían que ser niños, hoy en México no existe una ley similar, pero irónicamente, muchas parejas temen tener una niña, pues en este país, nada es más peligroso que ser ambientalista, periodista o mujer.
La violencia de género, y los feminicidios –término acuñado durante el sexenio de Enrique Peña Nieto-, han sufrido una escalada sin precedentes, y de acuerdo con las estadísticas de los cuerpos de seguridad, hoy ya se contabilizan en promedio, 14 mujeres asesinadas cada 24 horas, es decir, cada hora con 45 minutos, aproximadamente, se apaga una vida a manos, en la mayoría de los casos, de un hombre.
Pero, en qué momento la violencia sufrió una escalada, para ello, tenemos que hacer un recuento sexenio por sexenio, dejando claro que hasta antes del término de feminicidio, los asesinatos de mujeres se clasificaban como un homicidio “común”, por eso es importante definir esta clasificación.
¿Qué es un feminicidio?
En general se entiende al femicidio como el asesinato intencional de una mujer por el hecho de ser mujer, abarcando con esto el asesinato de mujeres mayores de edad y menores. Muchos, especialmente hombres, argumentan que esta definición es “trillada”, pues aseguran que un homicidio es un asesinato tal cual sin importar el género, sin embargo, los hombres no sufrimos las mismas connotaciones tras un homicidio.
Generalmente el homicidio del que somos víctimas los hombres, es consecuencia de conductas delictivas, derivadas de violencia o gestadas por una masculinidad hegemónica, la cual nos indica que para ser considerado un “verdadero” hombre, la resolución de nuestros conflictos debe partir de la violencia.
Por otro lado, tras la muerte de un hombre, no se busca, generalmente, menoscabar su dignidad, a diferencia de las mujeres, las cuales son víctimas de la violencia –generalmente a manos de los hombres-, por el simple hecho de que sus agresores pueden hacerlo, muchos feminicidios no parten por un motivo como un asalto o una discusión, pues incluso se han dado casos en que un feminicidio puede ser originado de que un hombre es rechazado en su intento de “ligue”, lo que en consecuencia, “ocasiona” que este hombre intente tomar a la mujer por la fuerza en cuanto tenga la oportunidad.
La escalada de violencia
Durante el periodo que comprende de 1994 hasta el 2000, en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, de extracción priista, se registraron, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), 10 mil 50 Defunciones Femeninas con Presunción de Homicidio (DFPH), es decir, en ese lapso, un promedio de 4.5 mujeres eran asesinadas al día.
Tras el gobierno de Zedillo, se dio la primera transición de poder antagonista en el país, llegando a la presidencia Vicente Fox Quesada, de extradición panista, durante su mandato, el número de DFPH bajó, registrándose en sus seis años de gobierno un total de 7 mil 713 feminicidios, es decir, al día en promedio a 3.5 mujeres les era arrebatada la vida.
Cabe mencionar, que en el caso del sexenio de Fox Quesada, se gestó uno de los capítulos más sangrientos del nuevo siglo, Las Muertas de Juárez, feminicidios que no recibieron la atención del presidente en turno, y que empezaban a revelar la enmarañada red de violencia, derivada del narcotráfico, que aumentaba el riesgo para las mujeres, al ser ahora buscadas por estos grupos, para fortalecer sus redes de trata y explotación sexual.
Se disparan los números
Llegó un nuevo sexenio y el país apostó por la continuidad del PAN, con Felipe Calderón Hinojosa, quien como estrategia contra la delincuencia, implementó un ataque frontal a los grupos del narcotráfico, lo cual, dispararía las cifras de violencia, entre estas, los feminicidios, como resultado del reforzamiento por parte del crimen de los delitos en modalidad de explotación sexual y trata de blancas.
Durante el sexenio de Calderón Hinojosa, cifras oficiales señalan que 12 mil 416 mujeres fueron víctimas de feminicidio, quedando la cifra diaria promedio en 6 mujeres asesinadas, cabe mencionar que durante su primer año de mandato, antes de implementar el ataque frontal al crimen organizado, el número de feminicidios se mantuvo en 2 al día.
Las cifras atípicas
En 2012, el poder regresó a manos del PRI, encabezado por Enrique Peña Nieto, y es precisamente durante su mandato, que se adopta la figura de feminicidio, sin embargo, durante su sexenio, esto le serviría para “maquillar” las cifras, pues durante sus primeros cuatro años de gobierno, se registraron 10 mil 42 DFPH, es decir, un promedio de 6.8 mujeres fueron asesinadas al día.
Sin embargo, para el último año de su mandato, las cifras entregadas por las autoridades fueron las siguientes, 834 feminicidios, es decir, 2.2 mujeres fueron asesinadas al día, mientras que se reportaron 5 mil 938 mujeres asesinadas, pero bajo el concepto de homicidio, lo que le permitió “presumir” una baja en el índice de feminicidios.
Claro, que cabe mencionar que en el informe final –el cual se entregó fuera del tiempo estipulado por la ley- el gobierno de Peña Nieto aseguró que sólo hubo 3 mil 56 feminicidios denunciados oficialmente, de los cuales, sólo 739 feminicidas fueron condenados, mientras que 105 fueron absueltos… El resto, fue “carpetazo”.
De entre los 105 feminicidas absueltos, tal vez el más conocido fue Sergio Rafael Barraza Boca Negra, pues este asesino –quién se declaró culpable- fue llevado hasta las autoridades por la madre de la hija a la que le arrebató la vida, se trató de la activista Marisela Escobedo, quien el 16 de diciembre de 2010, fue asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua.
Por su parte, Barraza Boca Negra murió el 16 de noviembre de 2012 en un enfrentamiento con militares en el estado de Zacatecas, donde Marisela Escobedo había señalado una y otra vez que se encontraba el asesino de su hija.
Él tiene otros datos…
El nuevo sexenio también fue de cambio, ahora, tras el hartazgo social, se le dio la oportunidad a Andrés Manuel López Obrador, fundador y abanderado de Morena, que cabe mencionar, el presidente de México es oriundo de Tabasco, uno de los estados con más flagelo contra las mujeres.
Siguiendo la misma tónica de Enrique Peña Nieto, su gobierno hace la diferenciación entre feminicidios y homicidios, aunque cabe mencionar, de acuerdo con el análisis de diversas asociaciones civiles, gran parte de los asesinatos de mujeres clasificados como homicidios, realmente caen en la categoría de feminicidios.
Pese a ello, siguiente esa tónica, desde el primero, de los tres años que lleva de gobierno, la cifra de feminicidios ha ido en aumento, superando la entregada por Peña Nieto en su último año, 947, 949 y mil 4, son los feminicidios oficiales por año de mandato de AMLO, sin embargo, las cifras de diversas organizaciones civiles, así como los datos brindados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), colocan la actualidad de las mujeres en México, en un promedio de 14 asesinatos al día.
De acuerdo con el ranking de los Mejores países para ser mujer del US News & World Report de 2019, México está entre los 20 países de mayor riesgo por ser mujer, aunque cabe mencionar, que este estudio se realizó con encuestas entregadas a mujeres de clase media alta o consideradas líderes de opinión, por lo que no se tomó en cuenta a la clase media, media baja, quienes tienen un mayor flagelo por delitos como la explotación sexual o la trata de personas, sin mencionar la cifra negra, que en México, de acuerdo con datos del Sesnsp es del 90%, es decir, por cada delito que se registra, hay 9 más que no se denuncian.
Pese a todo esto, Andrés Manuel López Obrador ha sido insistente al mencionar, tanto en sus Mañaneras, como en declaraciones a la prensa o bien, en sus canales digitales oficiales, que los feminicidios en México están disminuyendo…
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