La comunicación es capaz de mover montañas, y en el caso de la política, un buen plan de comunicación puede derrumbar maquinarias partidistas, tal como lo demostró Lidia Rojas Fabro, candidata del partido Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, capital de Quintana Roo, donde quedó en segundo lugar por tan sólo una diferencia de 598 votos, que si bien es en apariencia una derrota, no lo es del todo, pues Lidia ha mostrado el camino de cómo, con una buena comunicación, se derrocan imperios.
Por años la oposición se ha enfocado en descalificar al partido en el poder, sin embargo, esto sólo ha provocado que en lugar de ganar votantes, se ganen el rechazo de aquellos que si bien no son "morenos", tampoco votarían por la oposición, al no encontrar una comunicación propositiva.
Partidos como el PAN y el PRI deben mirarse en el espejo de su hermanastro, el PRD, quien tras estas elecciones perdió el registro al lograr apenas poco más de un millón de votos, de los 56 millones de mexicanos que ejercieron su derecho en estos últimos comicios.
Por otra parte, la gran mayoría de los partidos de la oposición suelen esperar a que arranquen las campañas para iniciar campaña, lo cual si bien suena lógico, otorga toda la ventaja en comunicación al partido en el poder, pues al estar en el poder, hace campaña todos los días.
Pero Lidia Rojas Fabro nos demostró que la comunicación lo es todo, y que no deben esperar a que las campañas arranquen para convencer a la gente con hechos, claro, para eso se necesita tener una buena comunicación interna, algo que el PRI y el PAN no han logrado, pues al interior continúan las luchas por el poder.
Para entender, como Lidia logró poner en aprietos a Morena en la capital quintanarroense, debemos voltear a ver su trabajo como regidora, a diferencia de otros funcionarios, que se quedan en sus escritorios, Lidia potencializó sus redes sociales, compartiendo su andar con programas como "Regidora en tu colonia" y actividades como torneos de futbol femenil, que lograron entablar una comunicación cercana con el electorado.
Es decir, Lidia Rojas no empezó campaña este año, sino llevaba en campaña tres años ya, porque la forma de vencer a maquinarias tan bien aceitadas como el partido en poder, es con constancia y planificación a largo plazo.
Lidia Rojas no cosechó el resultado de un trabajo de meses, sino de años, y por un instante, doblegó al poder de facto, no se comunicó con la ciudadanía desde el descalificativo, como lo ha hecho la derecha, sino demostró con hechos, su trabajo genuino por la gente, y sobre todo, lo comunicó correctamente a través de sus redes digitales.
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